Pero ¿hay alguien ahí afuera?

Primer mensaje: el nuestro.
El 16 de noviembre de 1974, Frank Drake, Carl Sagan y el resto del equipo de astrofísicos adscritos al Proyecto SETI (acrónimo de Search For Extraterrestrial Intelligence o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) envió un mensaje al espacio desde el observatorio de Arecibo (Puerto Rico). El mensaje partió, galopando a lomos de una única señal de radio, hacia el cúmulo globular de estrellas denominado M 13, situado a 25.000 años luz de la Tierra.

Se calculó su llegada a M13 en esos 25.000 años, mientras que el arribo de su respuesta a nuestro planeta - caso de ser recogida la señal por alguna especie extraterrestre inteligente y capaz de decodificarlo, entenderlo y responder-, tardaría, en el peor de los casos, un mínimo de otros 25.000 años más. “En el peor de los casos”, sí, porque quizás antes de llegar a M13, la señal sería captada por alguien. O quizás no: quizás habría que esperar a que la señal terminase su viaje para ser captada. O quizás llegaría a M13 y no habría vida alguna, o vida al menos capacitada para recibir, entender y responder…
Dicho mensaje, escrito en código binario con una longitud total de 1679 bits, el que podéis ver representado en la ilustración.

Representación gráfica del mensaje
en código binario enviado a M13.
Sus contenidos son: 
  1. Los números del 1 al 10.
  2. Los números atómicos de los siguientes elementos: hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno y fósforo. Con ellos se forma el ácido desoxirribonucleico (ADN).
  3. Las fórmulas de los azúcares y las bases de los nucleótidos del ADN.
  4. El número de nucleótidos en el ADN y un gráfico representando su doble estructura helicoidal (estructura en doble hélice).
  5. Una figura gráfica representando el aspecto y la dimensión (altura física) de un ser humano promedio, y la cifra de habitantes del planeta Tierra.
  6. Un gráfico representando nuestro Sistema Solar.
  7. Un gráfico representando el radio-telescopio de Arecibo, y las dimensiones (diámetro) de su antena de transmisión (recordad que tiene forma de plato).
Primera respuesta: primer ”crop circle
¿Sabéis que es un “crop circle”? Se trata de alambicados dibujos geométricos, tan perfectos como enormes, que vienen apareciendo por arte de birlibirloque especialmente en el condado de Hampshire (UK). ¿Qué podía representar? Lo sabríamos un año más tarde.
Si bien la fecha tope oficial para recibir respuesta se situó hacia el año 51.974 d.C., el 13 de agosto de 2000 apareció este crop circle en las proximidades del radio-telescopio Chilbolton (Hampshire, UK).

Retened esta imagen hasta llegar a la inminente segunda respuesta.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



Segunda respuesta: esta vez, un par de crop circles.
Radio-telescopio de Chilbolton y los inquietantes crop circles aparecidos a su vera.
 El 19 de agosto de 2001, esta vez justo al lado del radio-telescopio Chilbolton, aparecieron dos nuevas imágenes: la una, la supuesta representación del rostro del sujeto extraterrestre emisor; la otra, un mensaje en código binario cuyo contenido se articulaba en los mismos apartados incluidos en el mensaje enviado en 1974 a M13. A exacta imagen y semejanza en cuanto a continentes, pero no en cuanto a contenidos.

El crop circle orignal...
... y su transcripción esquemática.

 La decodificación de este código informa de que el ADN de sus emisores está formado por átomos de hidrógeno (1), carbono (6), nitrógeno (7), oxígeno (8), fósforo (15) y ¡silicio! (14), siendo triple su estructura helicoidal (estructura en triple hélice). Por la imagen del extraterrestre deducimos que son más bajitos que nosotros, y que su cabeza es notablemente mayor que su cuerpo. Otro dato facilitado por el crop circle es que habitan en tres de los planetas de su Sistema Solar.
Por último, y a imitación de nuestro mensaje binario, incluyen una representación del aparato tecnológico con el que han podido enviar su mensaje. ¡Es la misma figura que la representada en el crop circle aparecido el 13 de agosto de 2000!

 Tercera respuesta: un rostro y su mensaje.
Justo un año más tarde, el 16 de agosto del 2002, apareció otro crop circle en la misma zona. En él, vemos un rostro extraterrestre parcialmente solapado por un disco que incluye un mensaje nuevamente escrito en código binario.


Inquietante... Si estamos "vigilados", conocen muy a fondo nuestros defectos.
 Una vez decodificado su código binario, este fue su sorprendente resultado:
Desconfía de los portadores de regalos FALSOS y sus PROMESAS ROTAS. Mucho DOLOR pero aún hay tiempo. (Palabra dañada, posiblemente “CREAN”). Existe el BIEN ahí afuera. Nos OPonemos al ENGAÑO. CIERRE de transmisión (SONIDO DE CAMPANA).
[La campanada funcionaría a guisa de código para indicar el final de la transmisión].

Personalmente, estimo que la autenticidad de estos crop circles es absoluta. No han sido debidos a la mano del hombre. Aparecen como por ensalmo, de la noche a la mañana, y cumplen a rajatabla preceptos del diseño estructural tan complejos como la Curva de Koch, la Proporción Áurea o el Conjunto de Mandelbrot. Ocupan superficies en ocasiones superiores a la hectárea, y nunca hay plantas rotas, sino que simplemente dobladas. Presentan, además, una evidente dilatación en su zona de doblez, como si hubiesen sido sometidas a una fuente de calor.
Por mucho que nos esforcemos, nunca alcanzaremos a calibrar en su justa medida ni la extensión del Universo, ni su origen y formación. Este sencillo razonamiento nos lleva a concluir en la posibilidad de otros planetas habitados por seres inteligentes, aunque sólo sea en tanto que no podemos negarla. Quienes queráis compaginar estos pensamientos con la vida cotidiana, podéis hacerles un hueco práctico asistiendo al Programa SETI@home, creado por los astrónomos después de que el congreso de los EEUU cerrase el grifo financiero al original Proyecto SETI.

O como poco, si leéis este artículo, concedeos al menos cinco minutos a la reflexión.

Las Siete Profecías Mayas.



Mucho se habla en estos días de las Profecías mayas, según las cuales el mundo se acaba el próximo 21 de diciembre. Cualquier agorero os intentará convencer de la validez de esa sentencia, a la par que os intentará vender un servicio de Tarot o un hechizo ancestral que os libere de ese Apocalipsis, o incluso una camiseta motiva en la que luzcáis estampada la imagen del planeta Tierra colisionando con un cuerpo celeste o estallando sin más en un festival de absurdeces nucleares…

Tranquilidad y esperanza. El mundo NO SE VA A ACABAR. En todo caso, sí cambiará el modo en que los humanos gestionamos nuestra presencia en él: dejaremos atrás nuestro nocivo materialismo y seremos -¡al fin!- capaces de entender que formamos parte de un Todo vivo, en el que debemos integrarnos desde el cuidado y el respeto. Entraremos así en un proceso imparable que nos llevará a un avance y mejora espirituales, a una plena inmunidad a las mentiras del modelo de vida que tan concienzudamente hemos desarrollado durante el pasado siglo XX. 

Los antiguos mayas calcularon la llegada de este vital brete para nuestra especie en su famoso Calendario Maya de la Cuenta Larga, y la anunciaron en siete profecías. 

En su equivalencia con nuestro Calendario Gregoriano, el Calendario Maya de la Cuenta Larga arranca el 13 de agosto de 3114 A.C. y finaliza, 5.125 años más tarde, el 21 diciembre de 2012, “fecha oficial” del inicio de una transformación que nos llevará a alcanzar la “Era de la Luz”, “Edad del Oro” o “Edad Perfecta”, reconocible también como la Era de Acuario, si echamos mano de los teósofos de principios del siglo XX (R. Steiner y P. Le Cour). El modelo de la actual Era de Piscis nos está viendo como especie pensante que amenazaba con destruir el planeta, mientras que la Era de Acuario nos verá como especie sintiente que logrará su integración armónica con la Tierra, y aun con el entero Universo. Esta Era de Acuario verá la transmutación íntegra de toda traba cultural, tecnológica, espiritual y social que hasta la fecha viene padeciendo nuestra sociedad humana. Es decir: verá el nacimiento de una nueva civilización, jalonada por el hermanamiento humano en el Amor Universal, la liberación de las actuales ataduras mentales y espirituales, la libertad propia desde el respeto al otro, el desarrollo global de tecnologías limpias… Eso sí: para llegar, antes las tendremos que pasar de todos los colores. Todo cambio exige una transición más o menos dificultosa. Antes de subir a la superficie, hay que tocar fondo.

Y en eso estamos: en tocar fondo para impulsarnos hacia arriba. 

¿Hemos dicho antes siete profecías? Siete es el número sagrado por excelencia para los caldeos, babilonios, esenios, griegos, egipcios, chinos, hindúes, mayas, aztecas e incas. Se compone de la tríada (3) y de la tétrada (4), y es por ello la combinación de Dios y de la naturaleza humana. Es el número de la Creación y es el número del Poder Espiritual.

Veámoslas.

Primera Profecía: "El mundo de odio y materialismo terminará el 21 de diciembre del 2012, y con ello el final del miedo. En este día la humanidad tendrá que escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el Universo, comprendiendo y tomando conciencia de que todo está vivo, que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva Era de Luz."
Esta Primera Profecía se engarza en el “Tiempo del No tiempo” maya, veinte años comprendidos entre 1992 y 2012, durante los que entraríamos en el último período hábil para evidenciar la necesidad de operar grandes aprendizajes y cambios. Al séptimo año de este período (a partir del eclipse del 11 de agosto de 1999, fenómeno denominado “la Gran Cruz Cósmica”), la humanidad entraría en un período de oscuridad y caos, lo que propiciaría que buena parte de ella sea al fin consciente de que nuestro sistema de vida ya entró en el epígono de su validez.
Los mayas se refirieron a este tramo de 13 años situado entre 1999 y 2012 como “el tiempo en que la humanidad entrará en el Gran Salón de los Espejos” para observarse, analizarse y calibrar la validez de su modelo de comportamiento en la Tierra. De aquí saldríamos con la firme convicción de que es preciso despertar a un cambio de conducta que nos desvíe del camino de autodestrucción por el que avanzamos, orientándonos en cambio a la integración respetuosa con todo lo que existe.

Segunda Profecía: Esta anuncia un cambio dual en el comportamiento de la humanidad, operado a partir del eclipse solar del 11 de agosto de 1999. Fue este un eclipse muy particular, por la alineación en la Gran Cruz Cósmica de casi todos los planetas del sistema solar. Dicha Cruz tuvo su centro en la Tierra, y sus cuatro extremos posicionados en los cuatro signos del zodíaco que representan a los cuatro evangelistas del Apocalipsis de San Juan. A partir de dicho eclipse, según los mayas, muchos perderían el control de sus emociones y muchos afianzarían en cambio su paz interior y su tolerancia, sincronizándose con los ritmos del Universo y evitando así toda tendencia al conflicto.
Es interesante reseñar que, en 1963, el Dr. Robert Becker exploró los efectos de los campos magnéticos externos sobre las ondas del cerebro, demostrando una relación entre las admisiones en psiquiatría y las tormentas solares. Es decir: sabemos que la actividad solar intensa conduce directamente a violentas inestabilidades psíquicas. 

Tercera Profecía: En la Tierra se producirán desequilibrios climáticos y geológicos. Una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos geológicos y sociales sin precedentes (evaporación del agua de los suelos, incendios forestales, destrucción de cosechas…) y a una velocidad asombrosa. El aumento de la temperatura responderá a dos factores: uno, por la falta de armonía del ser humano con la naturaleza (cambio climático, capa de ozono…); otro, por obra del aceleramiento de la actividad solar, con el consiguiente aumento de la temperatura del planeta.

Cuarta Profecía: La cuarta profecía maya dice que el aumento de temperatura causado por la conducta antiecológica del hombre y una mayor actividad del Sol provocará un derretimiento de hielo en los polos. Si el Sol aumenta sus niveles de actividad por encima de lo normal, habrá una mayor producción de viento solar, más erupciones masivas desde la corona del Sol, un aumento de la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta.
[Aclaremos que, para los mayas, el Sol es un organismo vivo y sujeto a alteraciones en sus erupciones y campos magnéticos. Dichas alteraciones físicas, originadas por su interacción con el Universo en el que existe, serían para ellos capaces de alterar el eje de rotación del planeta, provocando grandes cataclismos naturales. Así, predijeron que el 21 de diciembre de 2012, el Sol recibirá un fuerte “rayo sincronizador” proveniente del centro de la galaxia, alterando su polarización y produciendo una gigantesca llamarada radiante. Sabemos científicamente que, a cada ciclo solar de once años, el Sol alcanza un pico en su actividad radioactiva denominado “máximo solar”. El sol entró en su pico cíclico de actividad a finales de 2010, y estará en él hasta finales de 2012. Hoy día se estudia la relación entre el aumento de las tormentas magnéticas, el cambio de los polos magnéticos y el núcleo cambiante de la Tierra como factores responsables de desastres naturales como el terremoto y posterior tsunami de Japón en marzo de 2011.]

Quinta Profecía: Según la quinta profecía, si no sintonizamos nuestro comportamiento con los ritmos de la naturaleza y el Universo, todas las estructuras de nuestra civilización colapsarán. Red informática, red eléctrica, capitalismo, religión… Estos fallos sistémicos llevarán al ser humano a considerar la necesidad de reorganizar la sociedad entera, depurando nuestra civilización de valores base como la mentira y el miedo. Se operará, pues, una radical transformación, que dará paso a una nueva realidad de armonía y comprensión con la Creación.
Al respecto, cabe tener en cuenta la emisión en 1974 del mensaje de Arecibo (Proyecto Seti): los astrónomos Frank Drake y Carl Sagan diseñaron un mensaje en código binario a guisa de “tarjeta de visita humana” para “posibles receptores extraterrestres”. La “respuesta” llegó el 21 de agosto del 2001, en forma de sendos crop circles aparecidos en un campo contiguo al radiotelescopio de Chilbolton (Hampshire, Inglaterra). Uno representando un rostro de apariencia humana; otro, reproduciendo la misma estructura y soporte del mensaje enviado por Drake y Sagan, pero con un contenido adaptado a la representación de una raza alienígena. Por último, el 15 de agosto de 2002 apareció un nuevo crop circle -esta vez a escasos kilómetros del radiotelescopio de Chibolton- con el siguiente mensaje encriptado en código binario: “Cuidado con los portadores de regalos FALSOS y sus PROMESAS ROTAS. Mucho DOLOR pero aún hay tiempo. (Palabra dañada, posiblemente “CREAN”). Hay BIEN allá afuera. Nos oponemos al ENGAÑO. CIERRE de conducto (SONIDO DE CAMPANA)”. 

Sexta Profecía: Habla de la aparición de un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma de la vida en nuestro planeta. Para los mayas, dicho cometa o bien colisionaría con la Tierra, o bien lograríamos desviarlo por métodos físicos o psíquicos. Para ellos, un cometa era un agente de cambio venido a desbaratar el equilibrio de estructuras existente, permitiendo la evolución de la consciencia colectiva. ¿Os imagináis el efecto que tendría entre nosotros el ser capaces de descubrir con anticipación un asteroide gigantesco en riesgo de colisión con nuestro hogar, y aún más, el efecto que tendría el ser capaces de aunar esfuerzos para desviarlo? Se trataría sin duda de uno de los mayores logros de nuestra historia. ¡Un hecho sin precedentes que nos uniría como especie, afianzando la conciencia colectiva de vivir ya en la nueva Era de Acuario!

Séptima Profecía: Contiene un mensaje práctico de esperanza: un esfuerzo voluntario por lograr la armonía y la paz interior nos permitirá desarrollar nuevos sentidos espirituales e integrarnos al funcionamiento del Universo. Sólo hay que “dejarse sincronizar” por el giro cíclico del sistema solar, el cual entre 1999 y 2012 pasará de la noche (fin de la era de Piscis) al nuevo amanecer (nueva era de Acuario). A ese “amanecer galáctico” podrán integrarse sólo aquellos humanos que eleven la frecuencia de su vibración energética, accediendo así a una transformación interna individual. La suma de individualidades resultará en nuevas realidades colectivas. Así podremos reducir los efectos nocivos anunciados por las restantes profecías y renacer en la nueva “Era de la Luz". 

¡En eso estamos!

¿En qué creer?


Cada mañana, al despertar, sales de tu mundo de los sueños y reconectas con el mundo real, el cotidiano. Y éste, como un agujero negro, engulle tus ilusiones, tus propósitos, tus energías… Queremos vivir la vida en un mundo nuestro, limpio y seguro, y el mundo que nos rodea se alza ante nosotros, ante nuestra pequeñez humana, como un hormigonado muro de locura y sin sentido contra el que chocamos de frente una y otra vez.
 ¿En qué creer? Podemos empezar por creer en nosotros mismos, valiéndonos para ello de la plasticidad de nuestro cerebro.
La mente es absolutamente plástica, dúctil y maleable, para lo bueno y para lo malo. A través de su activa red de neuronas, la mente interrelaciona todas y cada una de nuestras experiencias, arborizando conceptos y forjando la memoria de nuestra vida. Si esas experiencias son negativas, nuestra vida lo será también. Sin embargo, y pese a todo lo malo que nos sucede en esta existencia tan maravillosa y rara, siempre nos queda –y no a guisa de último recurso, sino de primero- la capacidad de transformarnos en positivo a través de órdenes cerebrales: estímulos conscientes que nos reparen y mejoren.
Te levantas por la mañana. Hoy luce el sol. El sol es hermoso, da calor, tiene poder… Así soy yo: yo soy como el sol. Soy un ser humano hermoso, cálido, poderoso… Capaz de lo mejor.
Te levantas por la mañana. Hoy llueve. El cielo es gris y se muestra amenazante. La lluvia limpiará la atmósfera y dará la vida a nuestra tierra. La tormenta será como un severo progenitor que nos regaña y nos asusta, y de ese sentirnos pequeños e indefensos nacerán nuevos brotes de vida sana y fresca. De vida mejorada.
Te levantas por la mañana. Hoy también respiras. Insuflarás a tus pulmones una bocanada de aire nuevo, vigor en estado puro. Y serás plenamente consciente de esa bocanada que regalas a tus pulmones, a todo tu ser. Tu mente elaborará este mensaje: “Respiro. Vale la pena hacerlo. Es maravilloso hacerlo. Puedo hacerlo y lo hago”.
Crees en ti. Crees en tu capacidad para crear pensamientos limpios a través de tu mente, y esos pensamientos que generas te permiten convertir en realidad todos y cada uno de tus propósitos. ¿El primero de ellos? No sucumbir al desaliento al enfrentarte al mundo exterior, al relacional, al social… Seguirás chocando con la realidad “real”, la que tenemos, la que hemos generado y mantenemos activa, aunque tanto nos amargue la existencia. ¿Quién puede cambiarla? ¿Y cómo?
Puedes tú. Puedo yo. Podemos todos y cada uno de nosotros: será –es, está siendo- una revolución, pero ésta es siempre individual... Como es adentro, es afuera. Como es nuestro interior, es nuestro exterior. Muchos interiores individuales de un mismo signo conforman un exterior colectivo, social, del mismo exacto signo. Así, lo pequeño o lo grande, lo malo o lo bueno, tanto en lo individual como en lo colectivo o social, es una dualidad directamente relacionada con la energía. A más energía positiva, menos energía negativa.
Pregúntate qué hay en tu interior. Si encuentras rabia, ira, malestar, inseguridad, desorden, egoísmo, insolidaridad, estrechez…, así será tu exterior, y así será tu aportación a nuestro mundo. Si recibes rabia, ira, malestar, inseguridad, desorden, egoísmo, insolidaridad, estrechez…, devuelve todo lo contrario, y todo lo contrario será tu interior y tu aportación a nuestro mundo.
Descubrirás que la verdadera realidad, la más auténtica, la que ni se compra ni se vende, no nos la pueden imponer ni negar, porque está en nosotros mismos. Habita en nuestros pensamientos, y se desarrolla y prevalece en nuestra fuerza. De ti depende cuál sea su signo. Si nuestro interior acepta situaciones que no desea, acaba generando esas propias situaciones indeseadas. Las alimenta, las engorda, las reproduce. Por la Ley de Vibración nos unimos a todo lo que es afín a nosotros. ¡Basta con cambiar de afinidad!

El Tikún de nuestra vida.


Todos sufrimos repetidamente dificultades en nuestras relaciones y realidades humanas, decepciones y rupturas vitales que nos marcan la vida, sin que sepamos cómo superarlas… Ya sea en nuestras relaciones de pareja, con padres y hermanos, con nuestro círculo humano más íntimo y estrecho, con nosotros mismos, acabamos sintiendo una sensación amarga que nos aprieta el pecho, un dolor insoportable que nos arroja al llanto, que nos asfixia, que acaba con nuestra ilusión de vivir... Una desesperación. Una locura. Una angustia. Un decepcionarse. Encaramos, una y otra vez, los mismos problemas, vemos cómo esas situaciones se repiten, cómo las vivimos y reaccionamos ante ellas del mismo ( y equivocado) modo, sin salir adelante....
La historia se repite, y nosotros mismos repetimos el modo de vivirla y de afrontarla.
Repetimos una y otra vez las mismas situaciones problemáticas porque no hemos corregido nuestro Tikún. Repetimos una y otra vez los mismos patrones de conducta –el llamado “comportamiento reactivo”- porque no hemos corregido nuestro Tikún.
Toda realidad que te procure problemas, que te resulte incómoda y agobiante, seguirá presentándose en tu vida hasta que corrijas tu Tikún, hasta que cambies debidamente tu comportamiento reactivo y –por decirlo así-, superes tu prueba pendiente.
Si este es tu caso y aún no has logrado sanar tus heridas del alma, sigue leyendo. Hay otras formas de entender y vivir la vida.
Tikún es una palabra de origen rabínico que indica la "rectificación" o "restauración" de un daño hecho a la creación divina de nuestra existencia: a nuestra alma.
El Tikún constituye un concepto íntimamente ligado al de la reencarnación. La Kabbalah nos enseña que cada uno de nosotros viene a este mundo con equipaje de vidas pasadas. Este equipaje contiene todas las situaciones fallidas en nuestras vidas pasadas, e incluso en algún momento olvidado de nuestra vida presente.
El Tikún supone un puente energético entre el pasado y el presente, y marca nuestra ruta vital más adecuada: el camino que debemos seguir en nuestra actual vida, para limpiar y sanar nuestra alma. El trabajo que debemos realizar en nosotros mismos para alcanzar la felicidad de una vida mejor y más plena... Conocer nuestro Tikún es la clave para eliminar en el futuro nuestras situaciones problemáticas, corrigiendo en el presente nuestros comportamientos reactivos.
En la carta natal, el Tikún recibe el nombre de Eje Nodal. Dicho eje es el punto de intersección de dos Nodos (o polos energéticos) diametralmente opuestos: el Nodo de la Luna o Nodo Sur, y el Nodo del Sol o Nodo Norte.
El primero, el Nodo de la Luna o Nodo Sur, encarna el mundo interno, psíquico y emocional de cada ser humano, y constituye una suerte de herencia o bagaje atesorado desde nuestra vida anterior. El Nodo del Sol o Nodo Norte simboliza, en cambio, el mundo externo, activo y vitalizante, de nuestra vida actual.
Conocer y entender nuestro Tikún nos permitirá conocer y entender (y controlar y dominar) el equipaje que traemos de vidas previas, nuestras fuerzas y debilidades heredadas del pasado, pudiendo así liberarnos de unas (las malas) y disponer de otras (las buenas), siempre en beneficio de nuestra vida actual. Sólo así nos descubriremos a nosotros mismos siendo capaces de corregir todo comportamiento reactivo que lastre nuestro desarrollo, que interponga obstáculos en nuestro progreso hacia la Luz, que nos impida llegar a ser nosotros mismos en nuestra máxima plenitud y sentido más profundo.
El camino a recorrer por cada uno de nosotros de uno a otro polo de ese eje no es otro que el camino que va de la memoria sensitiva y emocional de la Luna (nuestra vida anterior) hacia la conciencia solar e individual del Sol (nuestra vida actual). Así, el concepto kabbalístico del Tikún revela el tipo de comportamientos y decisiones que tuvimos en la vida pasada y las que debemos tomar en la presente. ¡Ambos Nodos opuestos conforman la clave de la realización personal!
¿Vale la pena? ¡Sí! Vedlo en palabras de Joseph Michael Levry, artífice del Naam Yoga (una de las síntesis más poderosas de las enseñanzas de la Kabbalah y el Yoga): “Se como el Sol. Permítete ser un conducto de Luz para que brilles intensamente y plantes las semillas de Amor, Paz y Luz a donde quiera que vayas”.
Un ejemplo: Nodo Norte en Tauro, Nodo Sur en Escorpión.
En este caso, el sujeto fue Escorpión en su vida anterior, y para resolver y evolucionar en esta debe orientarse por los valores del signo de Tauro.
Escorpión es el signo de la naturaleza autodestructiva. Tauro es un signo de Tierra, y deberá luchar por superar la naturaleza autodestructiva del Escorpión aportando realismo, esfuerzos prácticos continuados, realidades demostradas científicamente, paciencia, perseverancia y sentido de la responsabilidad. Aquí el individuo debe no repetir los comportamientos reactivos del signo Escorpión, sino que renovarlos en la clave de Tauro, apreciando los placeres mundanos, la belleza, el amor, la sensualidad (más que la sexualidad, por cierto)…
La corrección de su Tikún, por lo tanto, impele a esta persona a valorar las cosas prácticas y materiales (la naturaleza, el dinero, la comida, cualquier placer que ofrezca la vida) sin deprimirse ni buscar el lado oscuro. Trabajará de este modo el lado oscuro de su Nodo Sur en Escorpión: el sexo desaforado, los celos enfermizos, la dominación de los demás, la desmedida atracción por el poder. Básicamente, deberá dejar de clavarse el aguijón a sí mismo, alcanzando una serenidad tan básica como sana. Y logrando construir relaciones duraderas, seguras, sin esos miedos o desconfianzas que siempre le llevan a repetir comportamientos radicales y airados.
Es sencillo y muy efectivo. Si no consigues cambiar tus patrones negativos de vida y de conducta, debes conocer los patrones negativos que nutren tu Tikún. El secreto de la felicidad en nuestras vidas consiste en conocer y corregir el propio Tikún de cada uno.