La Cruz Cósmica


Entre el final de junio y el inicio de julio habrá una Triple Cruz Cósmica o Cuadratura Astral. Permanecerá activa durante casi un mes, y serán tres sucesivas, regidas desde su descendente por el Sol, la Luna y Venus, respectivamente. La cruz más efectiva a efectos energéticos sobre nuestra Tierra será la del Sol, cuya influencia máxima durará tres días, extendiéndose por un total de once: desde el 26 de junio hasta el 6 de julio. Su punto álgido lo tendremos cuando el Sol esté descendente a 6º de Cáncer y entre en oposición exacta a Plutón, que estará ascendente a 6º de Capricornio.
Ello sucederá el día 28 de junio, aproximadamente a las 21:21 pm.
En astrología, el planeta de mayor importancia es el Sol, y en segundo lugar la Luna. Sin embargo, y como la Luna estará en Cruz Cósmica apenas 5 días, y dado que Venus no posee la “importancia” o el “peso específico” del Sol o de la Luna y es mucho más rápido que ambos, sólo trataremos en este escrito de la Cruz Cósmica marcada por el Sol.
Bien. Antes de seguir, una aclaración imprescindible. Si no crees que los astros envíen energías y mensajes a la Tierra, no sigas leyendo o hazlo al menos sin acritud ni socarronería. Algo aprenderás, seguro.
Si por el contrario crees en algo superior a nosotros (llámalo Dios, llámalo Energía o hazlo como quieras y/o puedas, pues importa el contenido de lo que llames, que no el continente con que lo hagas), sigue leyendo y mira lo que nos dice esa Cruz a la Luz del Tarot. Te dará que pensar, seguro.
Los elementos astrales en juego en esta Cruz Cósmica son: Sol en Cáncer opuesto a Plutón en Capricornio, y Saturno en Libra opuesto a Urano en Aries.
Conozcamos brevemente a estos cuatro astros y lo que nos representan.
Sol; el Yo creativo.
Centro de nuestra galaxia, representa la cualidad básica del ser humano: la Conciencia, en clave de integridad y de verdad. Esto supone que por su naturaleza, el ser humano es intrínsecamente bueno. Esto es: que todos somos Luz. Recordad que en mi Tarot subyace siempre la dualidad de nuestra especie: homínida y humana. Y que en última instancia siempre hablo de seres humanos, y no de hombres o mujeres. Así pues, no es que la parte negativa o “zona oscura” del ser humano provenga del opuesto al Sol, la Luna, pues ambos son en realidad complementarios. Ambos nos aportan energías homínidas de baja vibración, y humanas de alta vibración. Maldad y bondad. Oscuridad y Luz. Dándole la vuelta a este discurso, la energía homínida ligada al Sol sería la violencia destructora, mientras que la energía humana ligada a la Luna sería la Creación en su más puro y mágico significado. Es decir: el Sol no es bueno por ser masculino, ni la Luna es mala por ser femenina. Intento siempre sustraerme de los clásicos arquetipos usados a ras de nuestro suelo.
Plutón: la transformación inevitable.
Llamado “el Gran Transformador”, nos induce a destruir y regenerar de manera radical y absoluta. Perder y ganar. Desechar y construir. Su influencia nos impele a abandonar las viejas realidades y a abrir paso a las nuevas. Se trata de transformaciones muy ligadas al nivel psíquico profundo e individual que, muy lentamente (no en vano el planeta emplea más de 248 años terrestres en circunvalar el entero Zodíaco), afloran a la superficie y se convierten en colectivas.
Saturno: la responsabilidad necesaria.
Llamado “el Planeta Maestro”, es símbolo de autoridad y de austeridad. Representa la experiencia adquirida con los años (pasado, tradición, legado de los ancestros), y la rigidez y el inmovilismo que limitan la evolución a nuevas realidades necesarias. Los bienes que concede son pocos y siempre tras largos y denodados esfuerzos, a menudo ligados al sacrificio… Su influencia bien aspectada aporta reflexión, paciencia, perseverancia, responsabilidad y madurez. Y siempre una lección: de las grandes pruebas debemos reflexionar y aprender, para no cometer los mismos errores y no fallar en nuestro progreso.
Urano: la emancipación.
Superar, fragmentar, disgregar, disolver, digerir las reglas, los esquemas, las estructuras tradicionales, los arquetipos socioculturalmente aceptados, para alcanzar un progreso que nos haga mejores. Urano invoca a la necesidad de diferenciarse de quienes siguen las normas establecidas, en aras de la verdad, la justicia, la libertad, la igualdad, la fraternidad… Es el planeta regidor de toda tendencia progresista, individual o colectiva.
Arcanos de la tirada.
Designemos ahora los Arcanos de la tirada y sus posiciones. Los Arcanos los obtendremos de las equivalencias entre astro, signo o constelación y Arcano Mayor recogidas por Papus en su obra “El Tarot de los bohemios” (1911). Las posiciones que dichos Arcanos ocupen en nuestra tirada las obtendremos de la Carta Natal de la Cruz Cósmica (es la imagen que ilustra la cabecera de esta entrada).
Utilizaremos en la tirada la Cruz Celta o Cruz Básica o no importa su nomenclatura, pues varia de uno a otro autor a lo largo de la historia del Tarot. Importa saber que se trata de una Cruz de Tarot que interpreta una Cruz Cósmica. Estructuras, pues, que se solapan. Idénticas plantillas trabajando conjuntamente para arrojar una explicación a lo que en nuestra vida social, colectiva, está sucediendo ahora.
Nuestra Cruz tiene cuatro posiciones: a izquierda y derecha en el plano horizontal, las correspondientes al consultante y a su entorno. Arriba su disposición anímica y abajo, el resultado final. En el centro, por último, los Arcanos resultantes de las sumas de Arcanos en liza, aplicando la Reducción Teosófica.
Así pues, obtenemos esta Cruz de Tarot:
1ª Posición-El Consultante: Plutón en Capricornio = Diablo y Torre.
2ª Posición-El Entorno: Sol en Cáncer = Mundo y Justicia.
3ª Posición-La Disposición: Saturno en Libra = Juicio y Colgado.
4ª Posición-La Respuesta Final: Urano en Aries = Mago y Papa.
5ª Posición: Ermitaño y Papa.
Y vamos ya, por último, con su interpretación.
Diablo-Plutón y Torre-Capricornio en representación del consultante (nosotros) es un mal presagio. Plutón está en Capricornio, que representa a las estructuras sociales. Plutón va a romperlas (es lo que está ya sucediendo a nivel económico y político mundial).
Ésta combinación, pues, anuncia, una situación de tránsitos amargos y momentos malos. Denuncia que nuestros miedos y obsesiones (paro, crisis económica, contaminación del Planeta, deshumanización de las relaciones…) tienen energía más que suficiente para desbaratar nuestro principal proyecto en esta vida nuestra, que no es sino el de ser y vivir felices y realizados. Siendo que Plutón simboliza la renovación inevitable, y que La Torre simboliza “la liberación de la confusión”, “la venda que cae de los ojos”, “la prueba a superar”, queda claro que no queda otro remedio que saber que nuestro modo de vida es ya obsoleto e ineficaz. Es hora de derribar lo viejo conocido.
Mundo y Justicia en nuestro entorno denuncia la necesidad de triunfo absoluto para la Justicia terrenal. Esto es, que la Verdad salga a la luz. Justicia terrenal sobre las cosas del Mundo, ese es el contexto. Lo que se tiene en contra, lo que se debe favorecer. Sol en Cáncer representa dualidad: energías humanas que abogan por el triunfo de la Verdad, pero que se pueden expresar al estilo homínido-violento y humano-pacífico. Masas descontentas tomando las calles al asalto y/o en pacíficas acampadas… ¿Os suena esto?
Juicio y Colgado en nuestra disposición no da lugar a dudas: llegó el momento de “la responsabilidad necesaria”. El mensaje celestial para nuestro ánimo es el de enfrentarnos a un dilema terminal que precisa de nuestra inteligencia, sí, pero también de nuestra intuición. La influencia astral revelada por el Tarot Evolutivo para Juicio-Saturno nos dice: “Llegó el momento de la Verdad. El ser humano debe intuir el nacimiento de nuevas emociones que le lleven a un cambio radical en su visión de la vida, a una nueva filosofía”. La influencia bien aspectada de Juicio-Saturno aporta reflexión, paciencia, perseverancia, responsabilidad y madurez en esa prueba. Colgado-Libra asocia valores del Arcano (la consagración, el dedicarse con suma eficacia y ardor a un determinado fin) y del signo zodiacal (enfrentarse a una situación conflictiva de manera idealista, pacífica y consensuada en equipo). El fin es enfrentarse a la Verdad de que nuestro sistema de vida no funciona: debemos empezar a cambiarlo por otro y hacerlo en masa solidaria.
Mago y Papa como respuesta final representan la pasión activa del uno contra la autoridad pasiva del otro. Mago-Urano está en Papa-Aries, y Aries es el impulso animal y el fuego primigenio. El Mago despliega sus energías para lograr una transmutación, y da la espalda al Papa (poder establecido, máxima autoridad terrenal y divina en la Tierra, que no “divina del Cielo”). El Mago es Urano… ¿Recordáis el significado de Urano? ¡La emancipación! Diferenciarse del poder establecido en pro de actitudes progresistas y alejadas del Statu Quo. Abandonar las normas establecidas para lograr el necesario progreso de nuestra sociedad. La “autoridad papal” responde al esfuerzo emancipador del Mago mediante el impulso animal de Aries… Violenta represión, pues, sobre los esfuerzos activos del joven Mago.
Ermitaño y Papa, al fin, aportan el “toque final” a nuestra tirada, “el punto de sal a nuestro cocido”, si se quiere… Siendo que El Ermitaño representa la búsqueda de la realización interior y el encuentro con la Luz, ahí le tenemos: aportando con su experimentado candil la lumínica energía del mundo espiritual sobre el conflicto desatado entre nuestro Plutón-Diablo y nuestro Capricornio-Torre. En cualquier caso, se trata de una carta lenta. El proceso será largo.
Por último, os adelanto que el mensaje de esta Cruz Cósmica posee un valor añadido: se trata de una formación cósmica representada en un crismón románico del siglo XII, en la iglesia de Santiago de Puente La Reina (Navarra). Intentaré explicároslo en la próxima entrada.