Amor a tres bandas...

Una vez más, se multiplican las consultas a mi Tarot por cuestiones de amor. Unas tras otra, y desde distintos puntos del globo. ¡En Segovia y Nueva York se viven las mismas situaciones de pareja!
Me llama la atención el comprobar la existencia de un modelo de relación muy común a estas consultas, un formato que se repite de una a otra. Lógicamente, detrás de cada consulta hay un ser humano, con sus emociones y sentimientos.
Y esperanzas.
Todos buscamos Amor en esta vida, todos buscamos alcanzar y preservar nuestra Felicidad de la manera más intensa e íntima posible. Todos deseamos y necesitamos estar en compañía de ese “ser especial” que el Destino, o la vida, o lo que sea, se empeña en negar a muchos una vez tras otra.
El formato de relación que ha movido a esas tantas personas a consultar mi Tarot Evolutivo es el de “relación triangular”, que a menudo se relaciona estrechamente con el de “conexión de onda”.
Veréis: el formato es muy sencillo. De seguro muchos de los que estáis leyendo este escrito lo habéis vivido en carnes propias o ajenas.
¡O lo estáis viviendo ahora!
Alguien que busca Amor conoce a alguien que ya lo tiene, pero que no se muestra plenamente satisfecho con él, por una u otra razón: aburrimiento, crisis de madurez ante el compromiso, aversión a la monogamia, desamor simple, etc. Las opciones son muchas, y más en una sociedad como la nuestra, en donde el “derecho a escoger” prevalece netamente sobre “la obligación de trabajar por la mejora”.
Mejora propia y mejora ajena.
A continuación de producirse el encuentro energético entre el primer y el segundo alguien, pueden operarse dos (entre muchas otras) situaciones: la eclosión de un Amor arrebatador, potente y verdadero, que arrasa con todo, o la captación de onda entre las energías de ambos protagonistas de la historia.
Es decir: en el primer supuesto, ambas energías fluyen unidas en una única dirección, aunando sus potencias en aras de la Felicidad.
En el segundo, en cambio, ambas energías caen en una especie de “vórtice energético cerrado”, sin solución de continuidad.
Ni hacia adelante, ni hacia atrás. Esa “captación de onda” viene a convertirse en un auténtico diálogo de sordos, enel que cada uno juega un porcentaje determinado de utilización del otro, más o menos inconsciente si se quiere, pero utilización al fin y al cabo. Cada uno cree ver en el otro lo que le falta, lo que desea, lo que ansía.
El Tarot Evolutivo sirve de mucho en estas situaciones. Siendo que actúa a modo de espejo en el que consultante y asociados puedan verse reflejados, se convierte en un auténtico desenmascarador de engaños y auto engaños.
Quien me consulta llega a darse cuenta de que sí, lo siento, se está auto engañando y está siendo engañado… Una situación que puede resolverse sin acritud y sin miedo al fracaso, sin sensación de frustración o similar.
Sabed que vuestra capacidad de amar, vuestra potencialidad amatoria, es un regalo de vida que deseáis (y necesitáis) fervientemente entregar a alguien. ¿Se lo vais a dar a quien no haga buen uso de él, por más que deseéis (y necesitéis) entregárselo a alguien? Entonces, una vez os deis cuenta de que estáis entregándoos a alguien que no responde como debiera, ni lo hará, y una vez averigüéis los cómos y porqués de su mala respuesta… ¿Para qué angustiarse?
¡Al contrario! Habréis cancelado una vía evolutiva de error, habréis reconocido más y mejor vuestro propio interior y el ajeno, y estaréis más y mejor preparados para defender vuestra posición en la vida.
¡Y hacerlo es SIEMPRE motivo de Felicidad, y vía despejada hacia ella!