Un mensaje que os entrego a todos.


Han sido –y están siendo aún, de hecho- años largos de dolor y sufrimiento, desengaños en lo más Sagrado, pérdidas irremplazables… Mentiras, traiciones, falacias y ataques que, sin embargo y pese a su dureza extrema y a su prolongación en el tiempo, no han podido arruinarme el espíritu, sino que me lo han potenciado… Será porque me empeño en cambiar Luz por Oscuridad, Claridad por Tinieblas, Oro alquímico por Heces de la vida cotidiana en nuestra extraña sociedad… Pero ahí sigo, inasequible al desaliento, como me gusta decir, y sabedor a muy ciencia cierta de cuál es mi “papel”, por así decirlo, en esta vida…
Podría decir que estoy “de vuelta” en ella, y sería cierto y lo diría de no ser por las connotaciones de soberbia y falsa suficiencia que esa declaración conlleva en nuestra sociedad… Pero es así: no aspiro a nada material. No necesito, por ejemplo, viajar, aunque el Mundo exterior sea ancho y coloreado (me basta con mi Mundo interior); no necesito dinero, me basta el necesario para pagar facturas por los servicios fundamentales que mantienen mi estoica existencia; no necesito la compañía alegre de los demás, pues siempre los dolores y amarguras ajenos saltan a mí y se introducen en mi campo áurico…
No es que me agrade, pues, estar solo: ¡es que lo necesito!
Sin embargo, doy gracias “a lo que sea” (llámale Dios, llámale Médicos del Cielo, llámale Lo Insondable o como quieras) por haberme concedido “lo que sea” (llámale don, llámale clarividencia…). No importan las palabras, sino los hechos. No los continentes, sino los contenidos.
Y los hechos y los contenidos son que quienes me llamáis pidiendo consultas a mi Tarot, os despedís de mi agradecidos y aliviados, con vuestras cosas más claras y una mezcla de esperanza y tranquilidad, conocedores del cómo y el porqué de vuestras cuitas y vuestras vías de avance y solución. Y aunque yo me quede hecho polvo después de bregar con vuestras energías y las de las personas por las que me pedís, os agradezco que lo hagáis porque dais sentido a mi vida, ya que atendéis a mis visiones y mensajes y eso… ¡No tiene precio! Pues son mis visiones y mensajes realidades claras que siento desde muy pequeño, desde que tengo uso de razón, y que he ido perfeccionando y afirmando cada día que he vivido, en la teoría y en la práctica. Son esas verdades nuestras (vuestras y mías) como una explosión de Luz poderosa que me estalla desde las profundidades de mi pecho, y tanto o más poderosa es aún mi necesidad de darle vía hacia vuestras existencias.
Así que gracias a todos por entregaros a mis servicios. El Tarot es una vía de contacto con vosotros tan rápida y directa como efectiva y poderosa.
Bendita Sea.
Eso sí: recordad que se trata de Tarot Evolutivo, y la evolución es vuestra y su trabajo y lucha también. Si vivís la circunstancia de emplear vuestra Luz en alguien dominado por las Tinieblas y no os resultare posible vencer esa energía negativa (tanto la propia como la ajena), no desfallezcáis ni caigáis en la frustración. La combinación del valeroso acto de engendrar Luz en vuestro interior con el generoso acto de entregarla sin esperar nada a cambio, os hará LIBRES DE TODO MAL y os acercará a la felicidad que proporciona la plena autorrealización en clave de Luz.
Os lo digo por experiencia(s) propia(s). ¡Es así!

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